Hace una semana una de mis mejores amigas volvió de Dinamarca. Estaba entusiasmada con el viaje en general, pero lo que más le llamó la atención fue la filosofía de vida de los daneses, la población más feliz del mundo.

Se llama hygge y es el secreto de su felicidad.

Contagiada por el entusiasmo de mi amiga, empecé a buscar información sobre este concepto y qué significa para los daneses. Y sobretodo, me inquietaba saber si podría mejorar mi vida y cómo.

¿Qué es exactamente el hygge?

No hay una traducción exacta ni una sola manera de describirlo. El hygge es una forma de vivir y experimentar las pequeñas cosas, los detalles que nos hacen sentir en paz, en sintonía con nuestro alma, con la vida y con los demás.

Para algunos el hygge es leer un libro en compañía de su mascota, una comida con familiares y/o amigos alrededor de una

mesa decorada con detalles cálidos, un paseo a solas por el bosque… una tarde de lluvia con un café con pastas de canela en compañía.

El hygge es ese sentimiento de paz y armonía, de conexión con uno mismo y con la vida que experimentamos en determinados momentos. Cada persona tiene su propia forma de encontrar y sentir el hygge y por eso es tan complicado describirlo.

Se trata de aprender a encontrar las pequeñas cosas que nos hacen felices.

Dinamarca – El País Más Feliz del Mundo

Meik Wiking, autor de The Little Book of Hygge, tiene el mejor trabajo del mundo:  es el CEO del Instituto de Investigación de la Felicidad de Copenhague. Su misión es descubrir qué es lo que hace feliz a la gente y por qué Dinamarca siempre está entre los puestos más altos de los países más felices del mundo.

Tras mucha investigación, concluyó que el hygge es el ingrediente mágico.

Esta filosofía forma parte integral de la vida de los daneses, de su cultura, conversaciones, decoración, comida… Es parte intrínseca de su ADN.

Además, los daneses tienen como prioridad la mejora de la calidad de vida colectiva. Dan mucha importancia a las medidas de bienestar, seguridad social, igualdad de oportunidades, conciliación y confianza social. Meik Wiking cree que existe una relación entre la alta tasa de impuestos y la  mayor felicidad.

“Si pagase menos impuestos, podría comprarme un coche mejor pero eso no me haría más feliz porque sabría que no todo el mundo tiene lo que necesita”

Quizás todos deberíamos pararnos a pensar qué “precio” le damos a nuestra felicidad.

¿Qué es para mí el hygge?

Todavía estoy en mis comienzos: prácticamente acabo de descubrir qué es y aún estoy intentando interiorizar este concepto, definir ese sentimiento o sensación de armonía, calma, sosiego, estar presente y conectada.

Me ha encantado un artículo que leí en el blog Hello Hygge: “a veces la gente que acaba de descubrir el hygge dice: estoy tomando una taza de café en una cafetería, ¿esto es hygge?, o estoy viendo una película con mi familia, o horneé una hogaza de pan el domingo… ¿es esto hygge? La realidad es que ninguna de estas actividades son en sí hygge”

El hygge no se puede forzar, simplemente surge en determinados momentos cuando estamos presentes y simplemente cómodos y a gusto con lo que estamos haciendo.

Ahora empiezo a entender que he encontrado el hygge conversando con una amiga en la playa cuando nos dan las 22h en un día largo de verano; o en la fase de relajación de una clase de Body Balance a las 9 de la noche, con la luz muy tenue y el techo negro que recuerda el firmamento.

También lo he sentido tomando un café con amigos en un coffe shop acogedor, con un trozo de tarta una tarde de invierno mientras nuestros hijos juegan juntos…. un paseo a primera hora de la mañana con mi perra, 15-20 minutos de aire fresco y soledad antes de empezar el día.

Realmente hace tiempo que pienso que el secreto de la felicidad está en intentar estar presente en cada momento – obviamente físicamente pero sobretodo mental y emocionalmente – y vivir el día a día con tranquilidad y satisfacción. Poner cuerpo y mente en lo que hacemos en cada momento.

Mejor dicho que hecho, sin lugar a dudas. Pero la clave es ser consciente de ello, utilizar herramientas que nos ayuden a conseguirlo – yoga, meditación, dieta, vida social – y si descubrimos filosofías como el hygge que acercan más a la felicidad, acogerlas en nuestras vidas.

¿Te gustaría compartir qué es para ti el hygge?